Pokémon: Fue exitoso cuando tenía 10 años

A mis tiernos 10 años, cada nuevo juego y episodio de la serie eran un mundo de emociones por descubrir. Sin embargo, a medida que ha pasado el tiempo, uno no puede evitar preguntarse si Pokémon ha perdido parte de su encanto original al reciclar constantemente su contenido.

El anuncio del nuevo arco argumental “Terápagos” parece confirmar mis inquietudes, ya que uno de los legendarios que se destacan es Rayquaza, un Pokémon que conozco desde mi época de ávido jugador de Pokémon Esmeralda en 2004.

Es innegable que Pokémon ha mantenido su éxito durante todos estos años, pero parte de su fórmula parece haberse vuelto, para ser sinceros y usando términos livianos, predecible.

En lugar de explorar nuevos territorios, se recurre a la nostalgia, trayendo de vuelta a Pokémon icónicos de generaciones anteriores. Rayquaza es solo un ejemplo de esta estrategia. Aunque es un Pokémon impresionante, su repetida aparición puede sentirse como una falta de originalidad.

La nostalgia es un arma de doble filo. Puede evocar recuerdos y emociones profundas, pero también puede mantener a una franquicia estancada en el pasado.

En lugar de reinventarse, Pokémon parece confiar en la fórmula que funcionó hace años. Esto podría alienar a las nuevas generaciones que merecen experimentar la misma emoción que yo sentí a los 10 años, pero con un giro fresco.

La falta de innovación no solo se refleja en la recurrencia de Pokémon legendarios, sino también en la estructura repetitiva de los juegos. A pesar de algunos cambios menores, la esencia del juego sigue siendo la misma. Capturar, entrenar y combatir.

A medida que los jugadores envejecemos, es natural anhelar una experiencia más madura y compleja. Pokémon podría crecer con nosotros en lugar de quedarse en el pasado.

Es cierto que “Terápagos” puede tener un enfoque diferente en términos de historia, pero su uso de Pokémon antiguos como Rayquaza refleja la renuencia de la franquicia a romper con el pasado. Tal vez es hora de dejar que ciertos Pokémon legendarios descansen y den paso a nuevas creaciones.

La innovación no significa abandonar por completo la esencia de Pokémon, sino agregar capas de complejidad y profundidad.

No se, lanzo la piedra y escondo la mano (y muchos de mis amigos desarrolladores de juegos o gametesters probablemente ya estén encendiendo las antorchas): imaginen un juego que combine las emociones de la primera generación con la complejidad estratégica de los juegos de rol modernos. Se nota ese intento con Legends of Arceus, estirando obviamente la palabra “intento”. De hacerse bien esta idea, sería un juego que podría atraer tanto a los antiguos fanáticos como a las nuevas generaciones.

Si Pokémon quiere mantener su relevancia y seguir siendo una parte fundamental de la infancia de los niños de hoy, necesita adaptarse a los tiempos. El reciclaje constante puede ser efectivo a corto plazo, pero a largo plazo, la franquicia corre el riesgo de volverse obsoleta.

Los 10 años que tenía cuando conocí a Rayquaza en Pokémon Esmeralda ya son historia, y Pokémon debería estar dispuesto a evolucionar y crecer con su audiencia actual.

En conclusión, Pokémon fue un éxito en mi infancia y en la de muchos otros. Sin embargo, para mantener su relevancia en el futuro, la franquicia debe dejar de depender en exceso de la nostalgia y reciclar su contenido.

Rayquaza y otros Pokémon legendarios merecen descansar en lugar de ser resucitados una y otra vez. Pokémon tiene el potencial para seguir siendo exitoso, pero necesita evolucionar y crecer, tanto como yo lo he hecho desde que tenía 10 años.

Igual y pecando de actuar con ignonimia, reaccioné al poster que ven más arriba. Puede ser que usen nada más a Rayquaza y en efecto, sea todo en una nueva escenografía. No obstante, lo sostengo. Ya Ash se fue, entonces la franquicia debe seguir adelante. Es momento de sacar nuevos Pokemón que se conviertan en carry de la franquicia.